Box 3. Sumak Kawsay: An alternative view of development The concept of sumak kawsay is rooted in the worldview of the Quechua peoples of the Andes in Ecuador. Referred to as ‘buen vivir’ in Spanish, the concept of sumak kawsay translates loosely in English as ‘good living’ or ‘well living’. It connotes a harmonious collective development that conceives of the individual within the context of the social and cultural communities and his or her natural environment. Rooted in the indigenous belief system of the Quechua, the concept incorporates western critiques of dominant development models to offer an alternative paradigm based on harmony between human beings, as well as between human beings and their natural environments. The concept has inspired the recent revision of the Constitution of Ecuador which refers to a ‘new form of public co-existence, in diversity and in harmony with nature, to achieve the good way of living, the sumak kawsay’. The Constitution is based on the recognition of the ‘right of the population to live in a healthy and ecologically balanced environment that guarantees sustainability and the good way of living (sumak kawsay)’. The Constitution further specifies that the following shall be a responsibility of the State: ‘To promote the generation and production of knowledge, to foster scientific and technological research, and to upgrade ancestral wisdom to thus contribute to the achievement of the good way of living (sumak kawsay).’48
desigualdad
Unas palabras por el día del educador
Les comparto estas palabras que escribí para el día del educador.
Hace unos días publique en mis redes sociales una frase de malala que tuvo muchos likes.
Dice Malala, un niño, un maestro, un libro y un lápiz pueden cambiar el mundo. La educación es la única única solución.
La educación es esencial para que cualquier país pueda mejorar sus índices de desarrollo humano, lo comprueban así muchas investigaciones sobre el tema.
Tan sólo el hecho de poder escribir y leer un recado duplican el desarrollo de una persona. Lo pueden ver por ustedes mismos, en la calculadora del índice del desarrollo humano del programa de Naciones Unidas para el desarrollo.
A sido doloroso constatar que nuestra realidad no habla de otra cosa que de la crisis civilizatoria. Hablamos de esta crisis porque es la crisis de la naturaleza, es el fin de los grandes relatos, de la falta de proyectos, de la crisis de las instituciones.
Pero al fin, encontramos un espacio de luz y esperanza que no es otra cosa que la educación, aquella de la que hablaba Malala, la que es capaz de cambiar al mundo con un niño, un maestro, un libro y un lápiz.
El compromiso de cada uno de nosotros como educadores es muy grande, tan grande como este planeta. De aquí en adelante tendremos que hablar de los territorios de las comunidades de aprendizaje, de los derechos de la naturaleza, de como eliminar la pobreza y la desigualdad y convertirla a equidad e inclusión.
Nunca como ahora es significativa la labor de cada maestro. Hoy, aquí, entregamos estos certificados que hablan del esfuerzo de un pequeño grupo de maestros de hoy terminan una parte de su proceso de formación. Pero es claro que es el inició de un camino lleno de buenas experiencias pero también de algunas difíciles.
Les hago llegar a cada una de ustedes un abrazo generoso y mi agradecimiento por permitirme acompañarles en este proceso. Para Baedi a sido siempre un día de fiesta el día que acompañamos la entrega de estos certificados.
Felicidades a todos y cada uno de ustedes aquí presentes y gracias al equipo pedagógico y al colegio por permitirnos estar aquí desde hace ya casi 15 años.